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lunes, 20 de marzo de 2023

SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ

 


SAN JOSÉ

Qué maravilla debe haber sido la relación entre ellos, Jesús y José. San José siempre aparece obedeciendo, siendo fiel a la palabra de Dios. San José nunca quiso brillar, nunca quiso sobresalir, todo lo contrario, siempre le gustó el silencio y el anonimato. Tanto que no hay palabras suyas en los evangelios, solo acciones, solo gestos, su propia vida. En realidad habló, habló mucho, pero habló con sus acciones, con su vida...

Nace una pregunta? ¿Qué es lo que recordás de las personas que te marcaron en la vida? ¿Palabras o gestos y acciones? Seguro que recordás alguna frase por ahí, algo lindo, pero lo que más te quedó, ¿qué es? ¿Qué crees que va a recordar de vos tu hijo, tu hija, familia o tus amigos? ...Pensalo. ¿Qué crees que recordarán? Nuestros hijos nos “observan mucho más que escucharnos” Jesús seguro que observó más que escuchar a José.

O en realidad podríamos decir que el observar también es una forma de escuchar y cuando lo que se observa condice con lo que se escucha, queda grabado a fuego en el corazón. José debe haber hablado muy poco, y seguramente nunca dijo algo que después no confirmó con su vida. A nosotros a veces nos pasa lo contrario, machacamos con palabras lo que después no podemos sostener con nuestra vida y entonces, lo que decimos jamás queda en el corazón de los otros. Conviene entonces siempre empezar al revés, vivir y después, si es necesario, hablar...

 “Predica con tu vida y si es necesario con palabras” decía San Francisco de Asís.

Que maravilla es imaginar a Jesús disfrutando de la presencia de su padre en la tierra. Qué maravilla debe haber sido ver a Jesús aprendiendo no de los “discursos” de José, sino de su obediencia cotidiana a la palabra de Dios. Eso es lo que tenemos que aprender cada día más, en nuestras familias, en nuestros grupos, en nuestras comunidades, en la Iglesia...

Dejar de hablar tanto y vivir más el evangelio. 

Pidamos entonces...


Oh bienaventurado San José, muéstrate padre también a nosotros, 

guíanos en el camino de la vida, para que a través de tu guía

podamos reflejar el amor de Jesús con nuestro testimonio de vida.

Concédenos Gracia, Misericordia, Valentía y defiéndenos de todo mal.

Amen.


(Fragmentos de "Algo del Evangelio" SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ)