INVOCACIÓN
Ven Espíritu Santo y envía desde el cielo un rayo de tu luz.
Ven padre de los pobres y lumbre de los corazones.
Ven consolador nuestro y dulce huésped de las almas.
En los contratiempos descanso en ti,
templanza en mis ansiedades,
y consuelo en mis angustias.
Nada se halla sin tu amparo,
nada pudo hacer sin ti.
En tus aguas puras, lavo mis manchas,
riego mi sequedad y sano mis heridas.
Ablanda las almas endurecidas por el pecado
y vuelca tus dones en quien en ti confiamos.
Aumenta nuestras virtudes,
para poder ser merecedores
de la Misericordia Divina,
el gozo eterno y el feliz descanso.
Amen.
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