Génesis 1, 20 en adelante
Y el Evangelio de Marcos 7, 1-13
Tanto ayer, como hoy las lecturas describen el Génesis. Dios
creando todo el universo. Las maravillas que todos podemos contemplar que dan
testimonio de la huella de ese Dios creador, diría Santo Tomas. Y crea al
Hombre y la mujer, haciéndonos a su imagen y semejanza, y nos da razón, voluntad
y libertad, colocándonos por encima de todo lo creado, como administradores de
todos los bienes…
Pero muchas veces perdemos de vista este eje fundamental, Dios/creación/hombre y
nos ponemos nosotros como centro del universo cayendo en el (egoísmo o vanidad)
o ponemos a la creación o sea las cosas de este mundo y vivimos como si las
cosas materiales llenaran nuestra existencia, hasta que nos damos cuenta, que
nuestra existencia terrena tiene un final.
Entonces debemos preguntarnos? Usamos bien nuestra libertad?
Marcos en el evangelio nos muestra un episodio muy común de
la vida pública de Jesús, cuando los fariseos tratan de ponerlo como un transgresor de la ley,
porque sus discípulos no cumplen con la tradición del lavado de manos antes de
comer. Jesús les contesta duramente calificándolos de Hipócritas!
Este calificativo es usado muchas veces en los evangelios
cuando les habla a los doctores de la ley, los ancianos y fariseos… Porque fueron cargando de prácticas, ritos y
costumbres a la ley, hasta hacerla imposible de cumplir. Además de darle mayor
importancia a las costumbres humanas, tanto por conveniencia propia como por
costumbre y tradición, dejando de lado los bienes superiores marcados por los mandamientos
Divinos.
Esta distorsión de la voluntad divina, que hoy hacemos
cuando juzgamos a todos x todo, por creernos que estamos por encima de los demás.
Cuando no faltamos a ninguna ceremonia, ni cadena de oración, pero criticamos
al que está a nuestro lado. Cuando hacemos que no vemos, las necesidades de nuestros
hermanos. Ahí somos nosotros los que perdimos el eje fundamental que es el
Amor. Primero a Dios sobre todas las cosas y al prójimo, como a nosotros
mismos. Por qué sabemos que en ello se resume toda la ley, en el mandamiento
del amor… Si no como dice Jesús… es hipocresía!
Pidamos al Señor no distraernos con tentaciones de este
mundo, que nos alejan del verdadero amor.
La compresión,
la caridad y la Misericordia hacia nuestros hermanos, debe ser nuestro eje…
Llevando el
evangelio, acercándolos a los sacramentos y tratando de cubrir sus necesidades físicas
y espirituales.
Y sobre todo siendo conscientes
que solo así, intentamos de cumplir con la voluntad de Dios…
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