En la
primera lectura del libro de Isaías vemos la advertencia del Señor sobre Sodoma
y Gomorra, que sabemos cuál fue su final… Pero antes de eso, les pide que se aparten
de la maldad de sus acciones y aprendan
a hacer el bien…Lávense y purifíquense! Etc…
Vengan a Mí y sus pecados aunque sean
escarlata, se volverán blancos como la Nieve. Y si me escuchan, serán colmados
de bienes. Pero si se rehúsan, serán devorados por la espada…
El Señor les marca el camino y les
advierte sobre cuál será su fin… Y los habitantes de Sodoma y Gomorra,
persisten en su pecado e ignoran el llamado del Señor a un cambio de actitud…
El salmo, nos dice también, “El que
sigue el buen camino, gustará la salvación de Dios”
En el evangelio, Jesús advierte a la
multitud, que deben escuchar todo lo que dicen los escribas y Fariseos, porque ellos ocupan la cátedra de Moisés.
Pero que no deben hacer lo que ellos
hacen, porque con un corazón cargado de soberbia, lo que hacen es pura
apariencia…
Y lo ejemplifica diciendo: “Ponen pesadas
cargas difíciles de llevar sobre los hombros de los demás, mientras que ellos, no
quieren moverlas ni siquiera con el dedo”
Y cierra diciendo, que el más grande
entre ellos será el que los sirva.
Por qué el que se eleva será humillado
y el que se humilla será elevado…
El Señor nos llama al servicio, sobre
todo en este camino cuaresmal. Nos pide que lo busquemos a Él, que siempre está
dispuesto a escuchar un corazón arrepentido, para convertirlo en un corazón puro
y blanco como la nieve…
Solo así, con su ayuda y su amor,
podemos dar fruto, podemos convertirnos en servidores de los demás, podemos
poner por obra, su sagrada palabra…
Pidamos al Señor, que no aleje de
todo mal y nos permita recorrer esta cuaresma con la mirada puesta en la Cruz,
y nos fortalezca, en una actitud de fraternidad, en humildad y servicio a los demás…
Amen.
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