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lunes, 31 de octubre de 2022

METANOIA

 


Aquellos que han abandonado el mundo por causa de Cristo están particularmente comprometidos con el llamado, porque todo su estilo de vida se orienta a esta entrega total e incondicional…

Recordemos las cartas de San Pablo, en las que habla de despojarse del hombre viejo y revestirse del nuevo, están dirigidas a las comunidades; y por tanto, se extienden a todos los cristianos en general.

Esta invitación se dirige, entonces, a todo aquel que quiera seguir al Señor con todo su corazón… 

 

“Existen muchos creyentes católicos que están dispuestos a dejarse cambiar sólo condicionalmente.

 Se esfuerzan por cumplir los mandamientos y por deshacerse de aquellos defectos que reconocen como pecaminosos. Pero no poseen la voluntad ni la disposición para llegar a ser ‘hombres nuevos’ en su totalidad, para romper con todos los criterios puramente naturales y considerarlo todo bajo la luz sobrenatural; no quieren decidirse a la ‘metanoia’ total, a la auténtica conversión.

Con la conciencia tranquila se agarran, por tanto, a todo lo que les parece justificado según las normas naturales. Mantienen sin remordimientos su autoafirmación: por ejemplo, no se sienten obligados a amar a los enemigos, permiten que se despliegue su soberbia dentro de ciertos límites y creen tener derecho a defenderse de toda humillación con reacciones meramente naturales.

Sin cuestionarlo pretenden ser honrados en el mundo, no quieren pasar por ‘locos de Cristo’, conceden derecho –dentro de ciertos límites– a los respetos humanos…

En definitiva, quieren también ser aprobados a los ojos del mundo. No están dispuestos a romper totalmente con el mundo y sus pautas.”

 

(Extracto del libro “Nuestra transformación en Cristo” del filósofo Dietrich von Hildebrand)

 

 Para vivir un intenso seguimiento de Cristo, se requiere el anhelo de convertirse en un hombre nuevo, que corresponda cada vez más a lo que el Señor nos concedió en nuestro Bautismo. 

Para ello, debemos estar dispuestos a dejarnos transformar totalmente por Él, a despojarnos del hombre viejo y a cooperar en este proceso de transformación. 

 No debemos tener miedo a perder nuestra esencia, porque Dios nos ha creado y nos pensó para un propósito en la vida.

Pero esta en nuestro interior, la fuerza de poder despojarnos de todo aquello que no es parte de la imagen de Dios en nosotros…

 El enfoque interior ha de estar totalmente puesto en Dios y en querer agradarle a Él. 

Si nos damos cuenta de que aún no tenemos lo suficiente este anhelo o incluso sentimos como un bloqueo interior que se resiste a una transformación…

 Debemos recurrir a la oración, al Espíritu Santo para que nos conceda siempre, el deseo de dejarnos moldear por el Señor…

 

 


miércoles, 26 de octubre de 2022

Que nos hace Pueblo de Dios?


 Que nos hace Pueblo de Dios?

Nuestra respuesta al amor de Dios, que es la Fe, es el punto de partida a una vida distinta, que solo podemos obtenerla con la ayuda del Espíritu Santo recibido en los Sacramentos.

Por el bautismo recibimos el E.S. y con El, los dones de Fe, Esperanza y Caridad y nos convierte en miembros de Iglesia.

Pero con esto no se agota el tema, sino por el contrario, aquí comienza nuestra historia...

Nuestra vida, como todos sabemos, es una elección permanente. Somos libres en la medida que podamos elegir, tomar decisiones y hacernos responsables con las consecuencias que traen aparejadas nuestras decisiones. Esto nos permite madurar en la vida y también en la Fe. Porque nos enseña a discerner, cual es el propósito de nuestra existencia, para que nos pensó Dios. 

La pregunta es: ¿Llevo una vida acorde con las enseñanzas del evangelio o solo pasa mi vida bajo las normas de este mundo, que excluyen a Dios?

Cuantas veces a lo largo de la historia vemos que el pueblo elegido se aparta de Dios, formando nuevos ídolos o adorando a los Dioses de los pueblos vecinos, dejándose arrastrar  por falsas creencias? Y ese desvió del camino de Salvación trazado por el Señor, siempre tuvo su corrección. El siempre nos da señales y siempre hay un resto fiel para señalar la dirección correcta...

Vivimos en este mundo, pero debemos elegir tener el corazón puesto en Dios. Y que nos puede ayudar llevar a delante, esta difícil tarea?

Pidamos al Señor a través de la oración constante, recibir su ayuda y tener en claro que solo en comunidad y con el esfuerzo de todos, podemos caminar juntos como pueblo de Dios, ejerciendo el sacerdocio recibido en nuestro Bautismo, por el cual es nuestro deber, contagiar la Fe.

El camino Sinodal que marca el pontificado de Francisco, es la manera de llevar adelante esa transformación que requieren estos tiempos, donde cada uno de los carismas y dones recibidos por el Espíritu, deben fusionarse en un solo cometido, que es el acercar ese Amor de Dios que nosotros vivimos, a todos aquellos que, por distintos motivos, se fueron apartando del cuerpo místico, que es la iglesia , cuya cabeza es Cristo.

Caminar juntos a nuestro destino, es nuestro deber, en donde cada individuo aporte lo suyo, en la formación de nuestros hermanos en la doctrina de la iglesia, intentando restablecer los tejidos sociales rotos a partir de la escucha y el discernimiento, en la caridad hacia los mas vulnerables, etc...

Tengamos presente que siempre nos vamos a encontrar con grandes muros, que son aquellos que no quieren que nada cambie. Pero esos muros seguramente serán muy difíciles de voltear, pero esta en nosotros saber rodearlos... 

Pidamos a la Santísima Virgen Maria , para que nos ayude a llevar adelante este difícil desafió que nos imponen los tiempos y la Iglesia, de caminar en unidad, como un solo cuerpo cuya cabeza es Cristo, para llevar la alegría del Evangelio, a todos aquellos que se sientan apartados del amor de Dios.

 Amen




sábado, 22 de octubre de 2022

EVANGELIO DEL DIA: Lc 13, 1-9

 


Que me deja dando vueltas en mi mente y en mi corazón este Evangelio? 
Primero que solo la Misericordia de Dios nos salva, pero nuestra conversion interior es lo esperado por el Señor, El espera un verdadero cambio interior. Que tengamos un corazón puro y despejado de todo egoísmo. Es algo difícil para nosotros, pero no imposible... El nos hace ver, que solo a través de su ayuda podremos lograrlo. El Señor pretende de nosotros, ese reconocimiento al Amor infinito que nos da y que sin El, nuestro andar en este mundo es siempre limitado...
En segundo lugar, debemos considerar, que Dios nos pensó desde el vientre materno con un propósito determinado para esta vida. Y nosotros, con su ayuda, debemos descubrirlo... 
Muchos son los momentos en que deben removernos la tierra de nuestro alrededor y ese abono que son los Sacramentos, nos renuevan y dan fuerza, para no apartarnos del camino...
Pero esto es un aprendizaje permanente, que nos hace caernos y levantarnos una y otra vez, hasta encontrar el verdadero camino, que es Jesús.
Pidamos al Señor, por intercesión de su hijo amado, que siempre nos conduzca de la mano, para llevar con nuestro testimonio y la Palabra, la alegría que da ser hijo de Dios, a los demás!
Por Jesucristo, nuestro Señor!
Amen.