Dios está en nosotros
Ya saben que Dios está en todas partes. Claro que
está donde está el rey, allí dicen que está la corte. En fin, que donde está Dios, es el cielo. Sin duda
pueden creer que adonde está Su Majestad está toda la gloria… Miren que
dice San Agustín que lo buscaba en muchas partes y lo halló dentro de sí
mismo. ¿Piensan que importa poco para un alma entender esta verdad y ver que
no hay que ir al cielo para hablar con su Padre Eterno, ni para entregarse a Él,
ni hay que esforzarse en hablar a viva vos? Por bajo que hable, está tan
cerca que nos oirá. Tampoco necesitamos alas para ir a buscarlo, sino
ponerse en soledad y mirarlo dentro de sí y no extrañarse de tener tan buen
huésped, sino con gran humildad hablarle como a padre, pedirle como a padre,
contarle nuestros trabajos, pedirle soluciones para ellos, entendiendo que no
somos dignos de ser sus hijos. (…) |
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Pero cuando un alma está comenzando a ver esta
realidad, como no sentirse alborotarla por verse tan pequeña y tener en sí
algo tan grande… Es que el
Señor no se da a conocer hasta que va ensanchándola poco a poco, conforme a la
tarea para la cual penetró en ella… Por esto digo que trae consigo la libertad, porque
tiene el poder de hacer grande el palacio. Todo el punto está, en que se lo demos por suyo con
toda determinación, y nos despojemos de nuestras cosas, para que pueda poner
y quitar como en algo propio… Tiene razón Su Majestad, no se lo neguemos. El no
fuerza nuestra voluntad, toma lo que le damos, mas no se da a Sí mismo del
todo, hasta que no nos damos del todo… |
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Santa
Teresa de Ávila (1515-1582) |
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