Nuestro corazón busca la cercanía a Dios, porque en realidad es El, que con su amor nos atrae...
Nos dice San Agustín, "Nos has hecho para ti Señor, y nuestros corazón estará inquieto, hasta que descanse en Ti"...
Es
nuestro si, la respuesta que da lugar, para que el Espíritu Santo pueda anidar en
nosotros.
Como buen amigo,
comienza su obra renovadora en nuestras vidas, porque El quiere nuestro
compromiso para buscar una maduración espiritual, que nos permita con su
asistencia, llevar el mensaje del amor de Dios a los hombres…
En esa amistad, que es
un regalo gratuito del Señor, se va conformando la tarea evangelizadora, como
iniciativa de su amor infinito, moldeada siempre por la presencia del Espíritu Santo…
Pongamos nuestra voluntad para llevar hacia adelante la tarea, y confiados en El, dejemos que se realice su obra…
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